• Xochimancas, obra sobre las raíces africana, indígena y europea en la Nueva España, estrenará el próximo 4 de septiembre en el poblado rural de Ticumán, Morelos, México.
• En coproducción entre La Máscara Danzante, Laboratorio de la Máscara y Mulato Teatro, el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC) de Secretaría de Cultura de México, Iberescena apoya esté montaje escénico México-Chile.

En la convocatoria 2020 del organismo intergubernamental Iberescena, que reúne a países lengua española para la promoción de las artes escénicas, el proyecto Xochimancas presentado por Mulato Teatro para realizar una coproducción México-Chile fue seleccionada. En esta colaboración participa por Chile el grupo La Máscara Danzante y por México colaboran también el Laboratorio de la Máscara y el propio Mulato Teatro que goza de un apoyo del el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC) de Secretaría de Cultura a través de la Convocatoria México en Escena.

Esta obra para niños parte de la siguiente premisa: El encuentro de culturas africana, náhuatl y española, provoca un conflicto entre adultos e infantes, que permite a Dominga (afrodescendiente), Quetzalli (indígena) y Diego (español) entender que la amistad no tiene color. Y es a partir de ahí que la coreógrafa chilena Lucía Puyme y la directora Alicia Martínez Álvarez, ambas expertas también en máscaras, han realizado un trabajo profundo y conmovedor con los actores comunitarios al tiempo que los títeres de Alejandra Vega Becerril juegan con los actores en un desdoblamiento en el que los muñecos son réplicas de los intérpretes.

Alicia Martínez Álvarez, una directora extraordinaria de la escena mexicana, comenta que es una “Puesta en escena que cuestiona y destruye, edifica y abre veredas para un mundo más justo y más sano. El juego y el gozo de la infancia nos ayudan a orientarnos. La escenografía nos propone dos muros que sostienen las cuerdas y sugieren una puerta, atravesar ese umbral será transitar entre las dos realidades. Todo será sugerencia, las cuerdas son raíces, delimitan caminos, dibujan nidos, envuelven y esconden, sostienen los muñecos en quietud, entretejen fantasías y realidades. El vestuario unifica al grupo en una estética simple, como el movimiento de las hojas de la caña, cálidas y suaves. Las faldas se transforman en capas, turbantes, chales y rebozos. La neutralidad permitirá el juego de realidades y épocas.”

Para la directora artística de Mulato Teatro, Marisol Castillo, “la historia que ha tejido el dramaturgode la mano de la directora, lucha contra el colorismo y contra el heteropatriarcado a través de una historia que busca conmover sí a las niñas y los niños, pero también a los adultos. Y el escritor Jaime Chabaud relata: “La hacienda de Xochimancas fue fundada en 1621 por permiso concedido a Alonso Martínez López, y  está en las inmediaciones del pueblo de Ticumán en el corregimiento de Yautepec aunque hoy pertenece al municipio de Tlaltizapán, Morelos, México. Nos cuenta el antropólogo Antonio González de León que Xochimancas llegó a contar con al menos 300 esclavos africanosa mediados del siglo XVII. No se sabe aún si desde los orígenes de la Hacienda o algunos años después, estuvo en manos de sacerdotes jesuitas que la hicieron florecer para abandonarla (casi seguramente con la expulsión de la orden en 1767) a fines del siglo XVIII. Esos esclavos, en convivencia con los indígenas nahuas de la zona, produjeron un mestizaje y participaron de la vida local. Sin embargo, la memoria de esa herencia ha desaparecido.”

Lucía Vivas comentó desde Chile que “es una enorme oportunidad de intercambio de saberes teatrales latinoaméricanos. En primer lugar porque las redes latinoamericanos crean un sentido de pertenencia territorial con la particularidad de trabajar sobre la historia de nuestro continente que compartimos tantas historias de sangre y conflicto pero también de belleza y encuentros humanos. Importantísimo que con este montaje habremos de poner en evidencia las raíces afro e indígena del territorio. Para mí implica un reencuentro con Alicia Martínez que fue mi maestra y que nuestra agrupación La Máscara Danzante nació en buena medida por su influencia. Alicia es un referente como maestra, organizadora y creadora de grupos. Estaré a cargo de la coreografía pero también participaré en la confección de las máscaras. Realizarlo con actores de la comunidad y profesionales, en un montaje mixto, implicará una poética que debe surgir también del imaginario local, campesino; a través de las herramientas que nosotros habremos de aportar.”

Con la producción de Patrik Pasquier, la asistencia de dirección de Marisol Castillo Castillo, la realización de utilería de Armando Zamora Mora, Máscaras de Lucía Puime y Alicia Martínez, la creación de títeres de Alejandra Vega López, la música de Griselda Ashari Martínez. El elenco lo componen actores comunitarios del pueblo de Ticumán, Morelos: Azul Ruiz y Bárbara Barberi; así como actores profesionales: Marisol Castillo, Ernesto García y Julián Perdomo. Esta puesta en escena evoca un pasado remoto tendiendo puentes con el futuro con asuntos que quinientos años del choque de tres mundos no han podido solventar.

El estreno presencial ocurrirá en la sede de Mulato Teatro los próximos 4 y 5 de septiembre a las 16 horas, en calle Magnolias, manzana 5, lote 5, Fraccionamiento Colonos de Ticumán, Tlaltizapán, Morelos, México. Posteriormente, hará giras por el estado de Morelos y Ciudad de México.