El Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia Titirimundi celebrará su 39 edición del 13 al 18 de mayo en Segovia con una programación ecléctica basada en la calidad artística y en su espíritu único de celebración de la vida. Además del prestigio internacional que lo señala como referente internacional del arte del teatro de títeres, y de su Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud 2021, a un año de su 40 aniversario ha querido deslizarse entre el recuerdo y el teatro de títeres más intimista, con espectáculos que vierten un homenaje a esas vidas anónimas sin las que el mundo no daría vueltas de la misma manera. Un viaje por la sensibilidad que recuerda la unicidad del ser humano y el deseo de conservar y honrar la memoria.
“Esta edición nos llevará a descubrir mundos fantásticos, personajes y situaciones extraordinarias que dan testimonio de que mientras alguien no los olvide, podemos conservarlos. Y siempre, apuntando a lo festivo, que es sello de Titirimundi, dando cabida a los distintos géneros y técnicas del arte del teatro de títeres, sin prescindir del juego, inserto en el ADN del Festival, la destreza de los titiriteros y esos lugares poco habituales que se convierten en espacios para la creación, como, en esta ocasión, un camión o una caravana”, expresa la directora del Festival, Marián Palma.
Este año en Titirimundi, que contará con el patrocinio del Ayuntamiento de Segovia, Junta de Castilla y León, Diputación Provincial de Segovia, INAEM e Iberescena, el mecenazgo de Coca-Cola, Fundación La Caixa, Caja Rural, Grupo José Mª, y la inestimable colaboración de diversas empresas, participarán en Segovia 34 compañías que realizarán 402 funciones (200 funciones en interior, 96 en patios históricos, 38 en calle) en 29 espacios de la ciudad. Titiricole cumplirá 26 años haciendo soñar a los niños, gracias a 14 centros y 23 montajes; volverán los autobuses con alumnos de distintos colegios para convertirse en espectadores de 37 funciones escolares y continuará expandiéndose la labor social de Titirimundi, con 8 sesiones, siempre fuera de programa y dirigida a un colectivo delicado que no puede acercarse a los espacios habituales, como la planta de tratamientos crónicos de pediatría de un hospital, residencias de ancianos, centros penitenciarios, centros de atención de personas con discapacidades psíquicas y físicas, etc. Lugares donde los títeres alientan y ayudan gracias a su labor terapéutica y emocional.
Asimismo, 54 pueblos de Segovia disfrutarán del festival gracias al apoyo de la Diputación Provincial de Segovia.
En su gira, con 53 funciones, Titirimundi también llegará a 14 ubicaciones: Barañáin (Navarra); Burgos, Candeleda (Ávila), León, Palencia, Salamanca y Zamora (Castilla y León); Centro Comercial Arturo Soria Plaza, Guadarrama, Móstoles, Museo Lázaro Galdiano, Quinta de los Molinos, Soto del Real y Teatro de Títeres de El Retiro (Madrid); y Redondela (Pontevedra). Un total de 509 funciones en una 39 edición en la que ya el 25 de abril (y hasta el 25 de mayo) el Carrusel d’Andrea volverá a anunciar la llegada del Festival con su poética finisecular decimonónica, girando con las vueltas de la vida, como ese tiovivo de ensueño para días mágicos.
“Un festival de esta envergadura no se puede realizar sin un equipo de profesionales con un bagaje importante, un público entusiasta ávido de aventuras escénicas y las instituciones que apoyan y afianzan económicamente todo lo que significa la historia, el presente y el futuro de Titirimundi”, afirma Marián Palma. “Es un desafío organizar un festival de estas características sin conocer el presupuesto del que se dispone. Esta situación se lleva arrastrando desde hace años por una falta de compromiso y condiciona no solo la forma de trabajar, sino la responsabilidad explícita con el espectador”, explica, asegurando que, en muchas ocasiones, supone la pérdida de oportunidades, no pudiendo traer grandes espectáculos a Segovia por la imposibilidad de saber si el Festival podría sostener el gasto. “Es importante que se comprenda que en un evento de este nivel y alcance se trabaja con mucha anticipación, con compañías de países de dentro y fuera de la Unión Europea que organizan sus giras mundiales con una antelación de entre 12 y 24 meses”, añade.
Quiero pensar que en esta historia también estás tú…
De este deseo de preservar y difundir el arte del teatro de títeres como patrimonio cultural universal es de donde surge Titirimundi, que no solo es sello de calidad, sino de creación de un espíritu que, durante estos años, se ha ido construyendo gracias a una utopía llevada a la realidad “con trabajo y el ideal de un visionario”, como apunta Palma al pensar en el fundador del Festival, Julio Michel.
Y de ese mismo deseo de conservar la memoria, con una sutil mezcla de teatro de objetos, teatro visual, narración oral y teatro documento, hablan también varios espectáculos de origen español de esta edición: Viva!, de La Loquace Compagnie, la historia de un feminicidio tras la Guerra Civil española y la de un país que no ha curado sus heridas. Una obra que se interroga sobre la responsabilidad colectiva en los actos individuales y la capacidad de una sociedad para transformarse, en la que un lápiz rojo se convierte en un preso político, un post-it en un sueño desgarrado… Y así, quizá, vivan, vivamos… Como los botes de especias y legumbres que saca a escena El Patio Teatro, con su minimalismo exquisito en Conservando memoria, una historia personal, como las nuestras. Un homenaje a esos abuelos que nos hacen ser quienes somos, en un viaje que empieza en una montaña de sal y quién sabe dónde termina. O Entrañas, que, desde una extraordinaria sencillez, se asoma al interior del cuerpo humano para tratar de explicar qué es eso que llevamos dentro.
Bajo su batuta, también emerge Una rueda que da vueltas, de la compañía Almealera, un nombre que alude a la construcción circular de piedra que sirve para guardar el heno -quizá para no olvidar el origen-, en un homenaje a la última generación viva de molineros y molineras de agua de la provincia de Ávila. Un regalo para no olvidar, hecho con agua, tierra, paja, grano y harina. O también Olvido flores, de Estefanía Paz Asín, que sumergirá al espectador en su caravana de recuerdos para preguntarse cuánto vale una vida y recordar -con una belleza amarga, poesía, circo, guerra, y objetos-, al Circo Anastasini, que desapareció en Lodosa un 19 de julio de 1936.
Desde Vila do Conde (Portugal), Lafontana regalará al público el universo decorativo de las latas de galletas, de esos autómatas de las cascadas de São João de Oporto, de los belenes mecanizados… Teatro Tuk-Tuk es una estructura teatral móvil que alberga cuentos tradicionales de la narrativa oral, a la manera de las compañías de títeres itinerantes de las ferias antiguas.
En lo pequeño cabe un mundo de revelaciones: sobre las manos y el tiempo
Con las manos surgirá de la oscuridad “el maestro de las sombras”, como ha sido bautizado el artista belga Hans Davis, en un espectáculo de ombromanía lleno de virtuosismo donde abundan más de 70 figuras; un universo secreto y misterioso en el que todo cambia de forma. Como también se muestran Hopeful Monsters para hacer surgir de ellas criaturas inesperadas que se transforman de maneras inusuales.
Lleno de sutileza, y en un viaje a través de la sensibilidad, en Quadri los titiriteros italianos Girovago & Rondella también abren sus manos para dar vida los títeres de figura de cinco dedos Manin y Manon, con nuevas historias y efectos visuales sorprendentes sobre la naturaleza, los falsos deseos, el tiempo que pasa. Ellos también traerán Manoviva, el espectáculo con el que se dieron a conocer en España, precisamente en Titirimundi, pero esta vez dentro del camión que en sus Teatri mobili comparten con sus hijos (Cía. Dromosofista), quienes, a su vez, presentan Antípodas. Un montaje inspirado en los extremos -la juventud y la vejez, el sueño y la realidad, la vida y la muerte-, y en el que, jugando con las extremidades físicas, conducen al público a vivir una experiencia de emociones fuertes e íntimas, con sombras, música en directo, teatro físico y títeres.
Del tiempo que pasa, y mezclando malabares y títeres, también habla Maleta Company & Cie Balancetoi con Claudette, un homenaje a las arrugas llenas de sabiduría y experiencia, y también una oda a la intergeneracionalidad. La veterana compañía chilena Teatro y su doble lo hace en Sobre la cuerda floja, en una obra sobre el duelo desde la mirada de una niña y desde la de un abuelo, a través de una historia llena de encanto y comprensión, con miniaturas, marionetas y animaciones stop motion. Una compañía cuyos numerosos premios y giras avalan un trabajo preciso, en el que la ilusión es más precisa que la precisión. Ella será la encargada de abrir el festival con otro de sus espectáculos: Feos, una invitación a entrar juntos en la oscuridad, a encontrar lo que la luz esconde.
Con una delicadeza que acaricia lo sublime, sin palabras, se presenta desde Hungría Mikropódium y su obra Stop, un montaje de varillas emblemático en la historia del festival, con pequeñísimas figuras y una técnica de construcción innovadora… Quién no extendería sus manos para acoger a la sutil bailarina de madera y tutú incomparable. Espectáculos con alma y un lenguaje visual de gran fuerza, con la que también llegan los hilos de Nil y Minusmal, un viaje poético musical por diversas maneras de afrontar un problema, en el que un titiritero y una marioneta intentarán resolverlo. Y es que el títere ha sido siempre un compañero de viaje para el ser humano. En El hilo de la existencia (o lo contrario) la compañía francesa Volpinex reflexiona también sobre la propia creación y el origen de la marioneta.
El juego que cuenta la verdad y el ojo de la cerradura
Referencia en el arte del teatro de títeres, Les Anges au Plafond mostrarán El grito cotidiano, un espectáculo de papel plegado y desplegado acompañado de música en el que, un día, la noticia se sale de control y se convierte en un espectáculo, con pequeñas marionetas de papel dispuestas a escupir su verdad, su veneno o su poesía. Jugando, también Les Hommes sensibles recuerdan en Barco esa parte del niño que quedó atrapado dentro del adulto, mientras Trukitrek, con un lenguaje teatral cercano al cine mudo, presenta unas marionetas vivas en transformación mágica y química: sus manipuladores han cedido partes de sus propios cuerpos hasta aceptar dar la cara por sus personajes. Irú Teatro narra la historia de Tit con técnica de Bunraku, de cómo se esfuerza para cumplir las expectativas que la sociedad y el público tienen de él: lo que quizá hacemos cualquiera de nosotros cada día, solo que Tit es un títere… Y todo ello transcurre a la vez que Quignon sur rue vuelve a montar su peluquería vegetal para convertir cabezas en jardines en miniatura y reconciliar el mundo de los humanos y el de las plantas; o al mismo tiempo que Titiriteros de Binéfar arman la fiesta compartida que suponen sus espectáculos, con títeres populares y melodías tradicionales dentro de su nuevo montaje, El abrazo.
Poder mirar el universo a través del ojo de la cerradura quizá sea la manera de descubrir secretos inconfesables. “Diva del teatro sumergente, inútil e imprescindible”, la artista chilena Roma Monasterio ofrecerá Las horas negras, un Shakespeare en formato Lambe Lambe, con marionetas, objetos y figuras, donde cada espectador mirará de manera personal el mundo que ha sido creado para él. Con un formato similar llega The Sinner, de Madame Paulette, un vodevil Lambe Lambe de títeres, tan pícaro como íntimo, para tres espectadores que espían a través de un confesionario las fantasías y contradicciones de la erótica del pecado.
Dulces delirios y, por supuesto, amor
Cuando los hombres tengan alas tal vez todo cambie… La compañía franco-uruguaya La Malette traerá un divertido y poético dúo hombre-máquina que tratará de llevarnos al cielo, resumiendo los experimentos que el ser humano ha llevado a cabo para conseguir volar. Desde la República Checa, Alfa Teatro ofrecerá una versión de Los tres mosqueteros en forma de “caricatura escenificada” con títeres de guante; y desde Brasil, Mamulengo Presepada transmitirá el ambiente festivo característico de la tradición mamulengueira. Alex Marionettes llegará de Dinamarca con Mister Barti, el títere de más de 50 hilos que enternece al más duro, como El Circo de las pulgas, con su pequeña carpa de Puces savantes que el espectador ve una y otra vez como si fuera la primera: lleno de ilusión. Hilarante y audaz, Tanxarina conseguirá más que mil conferencias internacionales: un diálogo único con su público gracias a Trogloditas; y el famoso títere de hilo de las redes sociales, Manolo Bolaño, y su creador, Mario Ezno, no lo pondrán fácil para parar de reír.
Para el público escolar, Caricata vendrá con Las mil y una, una obra de teatro de objetos con divertidos elementos de cocina, que coloca el foco en la condición de la mujer como contadora de historias (inspirada en Sherezade); La Canica desplegará su fantasía para narrar El mago de Oz, con su analogía sobre la vida, mientras que Hilando Títeres, combinando títeres de mesa, sombras y objetos, se preguntará cómo sería Un mundo perfecto. A ellos se unirán los de Binéfar con En la boca del lobo y, nuevamente, Hopeful Monsters.
Además, la compañía segoviana Teatro Mutis se despedirá de la escena con tres espectáculos emblemáticos de una trayectoria en la que no ha parado de dar rienda a su imaginación: Las aventuras de la intrépida Valentina, El espantapájaros fantasma y Tutankamón, el niño faraón.
El cartel participativo que también es un juego
El cartel de Titirimundi 2025 destaca una de las características emblemáticas del Festival como lugar de encuentro, donde ocurren muchas cosas a la vez. Pensado colectivamente a través de un proceso participativo con quienes han sido parte del festival, y dando voz al público a través de las redes sociales, la diseñadora uruguaya Andrea Moreira Ifran ha sintetizado las ideas para dar vida a una imagen que contiene otras tantas y que, a modo de ilustración, parece recordar a los dibujos de Buscando a Wally o Los Xunguis. De hecho, se ha diseñado en formato descargable y como un juego para encontrar personas y objetos, dentro del “universo Titirimundi”, y entre multitud de elementos. Entre ellos, un grupo de voluntarios pertenecientes a esa marea roja de Titirimundi, que reúne cada año a más de un centenar de jóvenes que contribuyen en las labores de atención de cada espacio.
La faceta didáctica: los talleres
Los talleres de construcción de títeres para niños, de la mano de Gabriel Belloni, El trastero de Lula y Planeta Dots, se unirán al que lleva por título “Escribir con objetos”. Enfocado en el teatro de objetos, está dirigido a especialistas e interesados en las artes escénicas e impartido por la reconocida artista francesa Katy Deville y la actriz y titiritera zaragozana Marta Cortel. El resultado de este taller serán cinco piezas, de 10 minutos cada una, que formarán parte del espectáculo de microteatro Partida inminente. Un montaje creado a medida que se aprende, como una forma de construir un sendero mientras se camina, como pasar las páginas de un libro hacia el siguiente capítulo… Como la vida que se escribe siempre de manera inminente. Y, entonces, tal vez solo quede el abrazo… Acaso un círculo.